Ahora sí que estás a un paso de conseguir la Indulgencia Plenaria y de maravillarte con el impresionante santuario que tiene Caravaca en la cumbre. Dicen que nadie regala el éxito. Con el Camino de Levante sucede lo mismo, este último tramo es el más montañoso y el más duro. Solo quedan 21 kilómetros de viaje en los que ascenderás 500 metros de altitud. Afortunadamente, tienes un compañero de viaje que te alentará en todo momento: la fe.
Pasarás por otro antiguo trazado ferroviario, que te conducirá hasta el canal del Taibilla. Desde allí y siempre entre pinares y viñedos, llegarás al paraje de Cristo Carrascalejo, donde está la bodega más antigua de Bullas y que combina gastronomía con el fervor de los bullenses, que celebran allí mismo un besapiés durante la Cuaresma.
El Camino de Levante te presentará una gran parte de las localidades de la Región. Uno de los últimos tramos será Cehegín, ¿sabías que su casco antiguo se ha declarado Conjunto Histórico? Recorre sus callecitas para descubrir su ingente patrimonio civil y religioso, eso, sin olvidar preguntar por las ruinas de Begastri, una antigua ciudad romana que fue sede episcopal entre los siglos VI y VIII.
Entre ruina y ruina has llegado sin apenas darte cuenta a Caravaca de la Cruz. Peregrino, mira hacia lo alto del cerro, allí te aguarda el Santuario de la Vera Cruz, unos minutos más y podrás unirte a los miles de peregrinos que ya están allí adorando la Vera Cruz. Sin duda, la escapada y el esfuerzo han merecido la pena.
*La codificación utilizada para la tabla de valoración de la dificultad en el recorrido es la siguiente:
Severidad del medio natural.
Orientación en el itinerario.
Dificultad en el desplazamiento.
Cantidad de esfuerzo necesario (calculado según criterios MIDE para un excursionista medio poco cargado).