Situada en la comarca de la Vega Baja, la sierra Escalona y su entorno territorial inmediato constituye un ámbito que concentra numerosos valores ecológicos, ambientales y paisajísticos, hasta el punto de constituir uno de los ámbitos más relevantes en el contexto de la Comunitat Valenciana como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Lugar de Interés Comunitario (LIC). Repartida entre los términos municipales de Pilar de la Horadada, Orihuela y San Miguel de Salinas, la sierra se enclava en el marco de la cuenca neógena del Mar Menor; un estrecho cordón constituido por areniscas neógenas constituye el relieve principal de la sierra propiamente dicha, y marca el contrapunto de la Dehesa de Campoamor, una superficie llana surcada por una notable red de drenaje. Estas características geológicas y geomorfológicas dan soporte a dos tipos fundamentales de vegetación. Por una parte, las formaciones naturales, más o menos bien representadas y en las que aparecen diversas especies de flora de especial relevancia (como Bupleurum gibraltaricum o Helianthemum caput-felis), están constituidas básicamente por matorrales mediterráneos con pinar sobre areniscas o costra calcárea, pero también merece destacarse la vegetación característica de peñones, así como la que coloniza los abundantes ríos y ramblas que surcan el territorio. Por otro, deben destacarse los mosaicos de vegetación natural y terrenos agrícolas fruto de la secular ocupación del territorio, los cuales constituyen, a pesar de los cambios intensos operados por la intensificación en las últimas décadas, una de las señas paisajísticas de identidad para la zona, dando lugar a un tipo de hábitat en el que la alternancia de las formaciones arboladas de pinar con las llanas en que se instalan campos de cultivo resulta de vital importancia para el desarrollo de muchas especies de aves rapaces, que encuentran en este hábitat las condiciones necesarias tanto para anidar, en las zonas forestales más resguardadas, como para conseguir alimento, en las amplias extensiones cultivadas.
La fauna, de hecho, representa uno de los valores más relevantes de la zona, la cual constituye una de las escasas áreas de dispersión del águila perdicera (Aquila fasciata) que existen en la península. También destacan las comunidades de aves de presa como el aguilucho común (Buteo buteo), el águila culebrera (Circaetus gallicus) o el buho real (Bubo bubo). Entre los predadores también destaca la presencia del gato montés (Felis silvestris), que tiene en Escalona una de las mejores poblaciones del sudeste Ibérico, la gineta (Genetta genetta) y el tejón (Meles meles). Además, la proximidad del área a zonas húmedas litorales de gran interés, como son las Salinas de San Pedro del Pinatar en la vecina Región de Murcia, las Lagunas de La Mata y Torrevieja o el Embalse de la Pedrera, enriquece notablemente el avifauna divagante que se puede observar en la zona con regularidad. También merecen mencionarse diversos elementos de elevado valor patrimonial entre los que destaca un asentamiento ubicado en San Ginés, en el que se conservan restos de un monasterio del s. XVII y un acueducto del s. XVII-XVIII, pudiéndose apreciar en la zona tres momentos culturales y cronológicos diferenciados que han dejado una huella más o menos perceptible en el territorio: cultura romana y tardoromana, cultura islámica y cultura de los s. XVII-XVIII. Los numerosos aljibes de piedra seca, que se fechan de los siglos XIX y XX, y los antiguos caserius y el resto de elementos completan el paisaje cultural tradicional y humano de la zona.
El Clima es de tipo mediterráneo con tránsito al clima desértico, seco y soleado, definido básicamente por precipitaciones escasas e irregulares, acentuada sequía estival, débil nubosidad, elevado número de días despejados, inviernos muy suaves, verano caluroso, fuerte insolación, intensa evaporación y acusado déficit hídrico.
El clima de esta zona es el más árido de la Comunidad Valenciana con altas temperaturas (18°C de media anual) y escasas precipitaciones ( 300 mm anuales) formando parte del árido sureste peninsular.
Cabe destacar la sequía estival que se produce durante el verano prolongándose a la primavera y el otoño con sólo precipitaciones de alguna importancia en los meses de abril y octubre.
Otra característica importante son las lluvias torrenciales, que se pueden producir principalmente durante el otoño, debido al calor estival acumulado por el mediterráneo y la entrada de aire frío en altura produciendo importantes avenidas de ramblas e inundaciones que han favorecido intensos procesos erosivos en las areniscas y margas dominantes, dando lugar a encajados barrancos de bello modelado.
Fuente utilizada: Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica de la Generalitat Valenciana
En el paisaje actual se aprecia la profunda intervención humana , no obstante las características propias del terreno han condicionado las actuaciones del ser humano. Así pues, encontramos dos tipos fundamentales de vegetación, por un lado, la vegetación natural más o menos bien representada y con diversos estados degradativos, y por otro la que aparece tras la intensa intervención humana.
La masa forestal de Sierra Escalona y Dehesa de Campoamor es la mayor y más importante del sur de la provincia de Alicante, destacando los pinares de Pino carrasco (Pinus halepensis), como especie arbórea predominante, acompañada de especies arbustivas de matorral como la coscoja (Quercus coccifera), el lentisco (Pistacea lentiscus) o el palmito (Chamaerops humilis). También podemos encontrar algunos ejemplares aislados de encina (Quercus ilex) y en los paredones de la sierra, ramblas y ríos se agrupan bosquetes de sabina negral (Juniperus phoenicea).
Otras formaciones de interés que, en algunos casos, podemos encontrar en muy buen estado de conservación, son los prados anuales y los tomillares. Estas zonas poseen una elevada diversidad de especies del genero Ophrys (O. apifera, O. fusca, O. scolopax, O. speculum, O. tenthredinifera), y otras especies interesante encontradas recientemente como Orchis collina, Barlia robertiana o Limodorum abortivum.
En un ambiente semiárido, las comunidades de ribera propias de barrancos, ríos y ramblas suelen tener una vegetación más abundante, ya que reciben la escorrentía de los terrenos colindantes. En estos ambientes podemos encontrar como especies más típicas y abundantes la adelfa (Nerium oleander), el taray (Tamarix sp.), el junco común (Scirpus holoschoenus).
Son importantes especies de flora relevante y endémicas como Thymus moroderi y Thymus hyemalis (Incluida en el Catálogo de Plantas Protegidas del País Valenciano), Bupleurum gibraltaricum, Helianthemum almeriense y Teucrium carolipaui. Además, existen dos especies incluidas en el Anexo II de la Directiva Hábitats 92/43, como Especies Vegetales de Interés Comunitario: Helianthemum caput-felis, protegida por el convenio de Berna y la Directiva Hábitats y en el Catálogo de Especies Amenazadas de la IUCN catalogada como Vulnerable y
Sideritis incana ssp. Glauca, endémico del sudoeste de Alicante y catalogado como Vulnerable según la IUCN.
Podemos destacar la presencia de algunas especies que tienen aquí sus únicas poblaciones de toda la Comunidad Valenciana como Euphorbia boetica, Sideritis murgetana subsp. littoralis, Reseda lanceolata, Helianthemum marminorense, Ononis viscosa subsp. subcordata, Pimpinella villosa.
Los cultivos de la zona pueden ser aarboreos de secano (algarrobo, almendro y olivo), arbóreos de regadío (cítricos y frutales) y herbáceos (alcachofas, lechugas, melones, sandias, maíz, etc.).
Los cultivos de secano permiten el desarrollo de diversas especies de flora silvestre, situadas entre bancales o en zonas no labradas, como el lentisco, la coscoja, el espino negro (Rhamnus lycioides), el enebro (Juniperus oxicedrus) el acebuche (Olea europaea var. sylvestris) o el palmito (Chamaerops humilis).
En los propios suelos cultivados también se desarrolla una vegetación espontánea de porte más herbáceo tales como: el romero (Rosmarinus officinalis), el esparto (Stipa tenacissima), las albaidas (Anthyllis cytisoides y A. terniflora) o la boalaga (Thymelaea hirsuta), entre otras.
La situación geográfica de Serra Escalona determina la gran diversidad de fauna vertebrada que la habita, permitiendo la presencia tanto de especies propias del centro y norte de Europa, como especies características del norte de África. Las especies presentes varían en función de los distintos ambientes y la disponibilidad de alimento.
Las grandes masas de pino carrasco situadas en la umbría de la Sierra, forman el hábitat adecuado para que rapaces forestales como el azor (Accipiter gentilis), el gavilán (Accipiter nisus) o la culebrera europea (Circaetus gallicus) puedan nidificar. En este ambiente también podemos escuchar el canto del carbonero garrapinos (Periparus ater) y el herrerillo capuchino (Lophophanes cristatus) y observar al curioso piquituerto (Loxia curvirostra) mientras se alimenta de los piñones que se encuentran en el interior de las piñas con su característico pico.
Los carnívoros como el gato montés (Felis silvestris), que es especialmente abundante en esta zona, la gineta (Genetta genetta) o el tejón (Meles meles) encuentran refugio en la densidad del pinar donde es posible encontrar sus rastros.
En la zona de monte bajo, donde aumenta la densidad de matorral, aparecen especies como la curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala), la curruca rabilarga (Sylvia undata) y con menos frecuencia la curruca tomillera (Sylvia conspicillata). La perdiz (Alectoris rufa) y la cogujada montesina (Galerida theklae) nos avisan de su presencia en esta zona por medio de su canto. Destaca la presencia del búho real (Bubo bubo) cuya densidad es elevada en toda la sierra. El lagarto ocelado (Timon lepidus) también frecuente en esta zona, se esconde entre la vegetación al igual que las culebras de escalera, bastarda o de herradura que pueden observarse mientras están soleándose. Aquí se pueden encontrar los rastros de erizo común (Erinaceus europaeus), zorro (Vulpes vulpes), y lirón careto (Elyomis quercinus). Pero sin duda, la especie más abundante e importante en esta zona es el conejo común (Oryctolagus cuniculus) que nos da pistas de su presencia a través de sus letrinas y madrigueras.
En Sierra Escalona tan solo las ramblas de los ríos Nacimiento y Seco junto a la Fayona, proporcionan a los animales acceso al agua de manera permanente y natural, lo que lo convierte en un atractivo para la fauna. El colorido martín pescador (Alcedo atthis) y el abejaruco (Merops apiaster), utilizan los taludes próximos a las ramblas para nidificar. También en las orillas de los cursos fluviales se pueden detectar especies como la lavandera cascadeña (Motacilla cinerea) o la lavandera común (Motacilla alba). Los anfibios como la rana común (Pelophylax perezi), utilizan estos enclaves para su reproducción. Los reptiles también están presentes en esta zona como es el caso de la culebra de agua (Natrix maura) y el escaso galápago leproso (Mauremys leprosa). Las especies piscícolas como el mújol (Mujol cephaleus) o la anguila (Angulla anguilla), se encuentran en la desembocadura de algunas de las ramblas presentes en la sierra.
En los humedales artificiales, como el Pantano de la Pedrera, las aves encuentran en las formaciones de Tamarix sp, refugio y el lugar idóneo para la nidificación. Tal es el caso de la colonia de ardeidas que se puede observar en esta zona o de los charranes (Sternula hirundo) y charrancitos (Sterna albifrons) que nidifican en las orillas e islas del embalse. Otras aves, como el aguilucho lagunero (Circus aeruginosus) o el águila pescadora (Pandion haliaetus), utilizan esta zona húmeda como área de descanso en sus rutas migratorias o como cuartel de invernada.
En los campos de almendros, la población de conejo es abundante. En las lindes podemos observar los lagartos ocelados (Timon lepidus), la lagartijas colilargas (Psammodromus jeaneae) al igual que los mochuelos (Athene noctua) y los pitos reales (Picus viridis) que aprovechan estas zonas para atrapar los insectos que componen su dieta. En los campos de cítricos, son frecuentes los verdecillos (Serinus serinus), jilgueros (Carduelis carduelis) y verderones (Carduelis chloris) así como los mirlos (Turdus merula). La riqueza de especies es menor en los campos de hortalizas, apareciendo tan solo especies generalistas como el gorrión común (Passer domesticus) y la lavandera blanca (Motacilla alba).
Fuente utilizada: Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica de la Generalitat Valenciana
La vega baja del Segura está enclavada en el Sistema Bético presentando plegamientos noroeste-suroeste. Aparecen tres alineaciones montañosas separadas por dos llanuras que se unen en la cuenca del Río Segura: sierra de Crevillente-Abanilla, Sierra de Orihuela-Callosa y sierra de Pujálvarez – Escalona.
Geológicamente el paraje pertenece a la cuenca neógena del Mar Menor, la cual está enclavada sobre un complejo basamento formado por las Unidades Béticas.
Dentro del Paisaje Protegido destacan tres importantes elevaciones del terreno como son la sierra de Escalona, sierra del Cristo y sierra de Pujálvarez. A partir de la Sierra de Escalona se extiende hacia el mar una llanura costera de suave pendiente surcada por una abundante red de drenaje.
Los materiales que conforman la zona son rocas superficiales que se depositaron desde el Mioceno Superior hasta el Cuaternario en una cuenca sedimentaria. Se trata de materiales de baja resistencia como areniscas, margas, limos rojos, costras calizas o caliches y depósitos cuaternarios.
El origen de las elevaciones tuvo lugar durante el Mioceno Superior por la aproximación de las placas Africana e Ibérica que originó compresiones y tensiones, lo que conllevó la diferenciación de la cuenca del Bajo Segura.
La zona presenta suelos poco evolucionados y con características muy similares al material de origen.
Punto de interés geológico singular: falla de San Miguel de Salinas como lugar de interés geológico como excelente ejemplo para observar la relación tectónica-sedimentación.
Los elementos del sistema hidrológico resultan de gran relevancia en el entorno, destacando:
La mayoría de los cauces se encuentran cultivados o han desaparecido por la transformación del terreno para adaptarlo al cultivo. En la cuenca del río Nacimiento, las transformaciones agrícolas han alterado la dinámica hídrica lo que provoca el desvío de escorrentías y la acumulación de sedimentos. La transformación de las escorrentías en cabecera implica el arrastre de gran cantidad de materiales hacia la desembocadura que en episodios de intensas lluvias se convierten en desastrosos.
Solo algunos tramos poseen agua permanentemente, procedente de los excedentes de riego y otras filtraciones. El resto de cauces actúan como ramblas, que sólo llevan agua de evacuación rápida después de intensas lluvias.
Fuente utilizada: Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica de la Generalitat Valenciana
Historia Natural Sierra Escalona 2014 by Edm Medio Natural Orihuela on Scribd