Al abrigo del cabo Roig, del que toma su nombre, esta pequeña dársena presenta una imagen cuidada y acogedora. Además de los servicios propios de un puerto, cuenta con un pequeño club social. Como atractivo adicional, cuenta en sus límites con un restaurante donde se puede degustar un exquisito arroz con langosta disfrutando de una magnífica vista y una antigua torre vigía convertida en excelente bodega y que, en especiales ocasiones, se habilita como comedor privado.
Son una empresa que se dedica al sector náutico desde hace 15 años, afincada en el Puerto de Cabo Roig, emprendiendo un proyecto con mucha ilusión para dar a conocer todas las actividades lúdicas que se pueden desarrollar en el agua y que protejan este medio.
Su escuela de verano está orientada a incentivar el deporte, y, sobre todo, las actividades náuticas en los menores de la casa que tengan entre 8 y 16 años. Durante la semana se practican la vela, el kayak, el paddel surf y otras muchas actividades relacionadas con el mar y el respeto hacia nuestras playas.